El Deterioro Cognitivo Leve (DCL) es el paso intermedio entre el envejecimiento normal y la demencia. Es un proceso que puede ser identificado siguiendo criterios clínicos y con la ayuda de los biomarcadores. El DCL es más frecuente a partir de los 60 años destacando la pérdida de memoria que no interfiere con el funcionamiento diario.
Herramientas clínicas de uso habitual para el diagnóstico:
- Examen de detección.
- Evaluación cognitiva de Montreal (MoCA)
- Mini Examen del estado mental de Folstein (MMSE)
- Pruebas neuropsicológicas.
- Estado funcional: mide la capacidad de realizar las actividades diarias cotidianas.
Cabe destacar, las tres formas evolutivas del Deterioro Cognitivo Leve. En el 16 % de los casos ocurre una reversión al envejecimiento normal. Mientras, la estabilidad del cuadro se observa en el 34 % después de un seguimiento de 3 años. Finalmente, cada año terminan con demencia entre el 10 y el 15 % de los casos.
Los biomarcadores que recoge el sistema ATN (Amiloide, tau y neurodegeneración) están siendo de mucha utilidad para la evaluación de estos casos. Utilizando los criterios de positividad o negatividad de los biomarcadores se puede hacer aproximaciones diagnósticas.
Nomenclatura del DCL según resultados de biomarcadores:
- Todos negativos: biomarcadores negativos para Enfermedad de Alzheimer (EA).
- Sin amiloide: probablemente no se deba a la EA.
- Sin amiloide y uno o dos marcadores positivos: cambio patológico no de EA.
- Con amiloide: cambio patológico a EA.
- Amiloide y tau positivos: indicativo de EA.
Sin dudas, una detallada evaluación permite establecer con mayor precisión la etapa en la que se encuentra el individuo. También, se gana en diagnóstico temprano e información pronóstica. En consecuencia, estaríamos en mejor posición de intervenciones terapéuticas futuras y prevención del paso a la demencia.
José Antonio Gelpi Méndez | Director de Divulgación Médica en Cualtis.